Los vecinos tranquilos...

Edificio Meridian - Cementerio de Sant Andreu - Foto obtenida de Google Maps (Panoramio)

Siempre los hay... seres humanos que están a nuestro alrededor... vienen y van, conocidos o desconocidos, amigos o no. Entre hogares, entre edificios, entre distritos, pueblos, ciudades, pasíses... en fin, vecinos!

Haciendo memoria, para los vecinos siempre queda algún recuerdo alojado en nuestra memoria... recuerdo aquella vecina que no devolvía las pelotas que caían en su patio cuando jugaba futbol con mi hermano en el jardín de la casa de mis padres; también recuerdo a los vecinos con los que jugaba al escondite en el parque...

Hoy en día, las experiencias con mis vecinos han sido diferentes... algunas tensas, otras graciosas, otras sin relevancia. Pero principalmente hay dos que suelo comentar, "La Señora que me coqueteaba" y "El niño demonio"... los títulos ya dicen bastante como para saber de que tratan. El asunto está en saber convivir.

Convivir es una tarea muy complicada en una comunidad, y en una comunidad cambiante lo es todavía más, porque aquel vecino que te caía muy bien y le tenías confianza, se va mañana y no sabes quien vendrá... aunque también puede ser al contrario, el que no soportas se va y estás seguro de que no puede venir alguien peor!

Mis vecinos de ahora digamos que son, tranquilos. No tengo a una señora que venga a mi puerta con una foto de ella en blanco y negro de cuando era joven, a decirme que soy guapo y que me parezco a un novio que tuvo; pero si hay las que te reconocen y te buscan conversación, que miran con una sonrisa en la cara.

En el trabajo tenemos vecinos muy tranquilos, de esos que no hacen ni un ruido... hay mucha calma en sus sitios y pasan descansando todo el rato, eso sí, mejor que estén a distancia, porque estar dentro del cementerio igual y no tiene muchas emociones.