Por placer o de negocios? Los primeros los planeamos (a no ser que te lo regalen), los segundos, quien sabe! Porque puede haber de muchos tipos: los planificados, los imprevistos, los obligatorios, los "ni modo... Tengo que ir"... Puede que sean más, pero por ahí van los tiros.
El asunto está en como los afrontamos, y es que algunos de esos viajes tienen sus variables críticas como, la duración, el lugar, las condiciones. También según como se nos plantee la propuesta, podemos pensar en catástrofe o triunfo.
Lo cierto es que las propuestas meditadas, planteadas con seguridad y calma, reciben mejor respuesta y los resultados pueden ser satisfactorios y menos traumáticos.
Visualizar la vida a futuro en un lugar desconocido es un ejercicio mental difícil y los parecidos con la realidad pueden ser mera coincidencia. Pero ayuda a tomar una decisión, lo malo viene cuando se suspende o se paraliza el tema y la realidad queda trastocada por el subconsciente que nunca para de procesar datos ni cuando estamos durmiendo.
Estos temas agitan la realidad de los afectados, muchas veces porque quien lo propone no tiene la suficiente información y lo plantea como una urgencia sin tener certeza de ello. Ojalá estas cosas fueran bonitas siempre y al gusto de todos, pero en todo ese proceso se pierden cosas y el que más pierde es el que está obligado a pensár. Hasta que te toca, sabes lo que se te viene encima. Como dicen por ahí: No es lo mismo verla venir, que tenerla enfrente!. Por eso opinar es fácil.
Emilio A. Solis
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