Se parecía a esta... |
Un árbol, una bicicleta, navidades, olor a pólvora... Pasadas las fechas de la comida abundante y largas colas en los supermercados y tiendas de juguetes, me suele quedar un recuerdo de cuando tenía unos 4 años y vivíamos en el pueblo con mis padres.
Ese 25 de diciembre de aquellas navidades lo recuerdo con frecuencia, porque creo que para mí representa un gran momento de felicidad y fascinación por Santa Claus (Papá Noel).
Esa mañana al despertar, había silencio en la casa pero de fondo se escuchaba que "reventaban" algunos cohetes. Por navidades y fin de año en El Salvador se quema pólvora y por costumbre al día siguiente los niños buscan los cohetes que no han reventado y los hacen reventar, aunque también las señoras barriendo las aceras hacen una montañita de papeles y cuando las queman, suele reventar algún "cuetillo" perdido.
Me levanté de la cama y mi papá y mi mamá me decían que buscara el regalo que me había dejado "Santa"... la pista era el árbol de marañón (una fruta tropical muy rica), esa que es la única si no me equivoco que tiene la semilla por fuera y de la cuál se obtienen los anacardos (semilla de marañón). Yo jugaba mucho en ese árbol y me imaginaba que tenía una fortaleza o una casa ahí!... Salí al patio, imaginaba ver algo en el suelo al lado del árbol, pero no había nada... fue entonces que al levantar la mirada, la pude ver!, Santa había cumplido con mi regalo, me había traído mi primera bicicleta!!!.
Mis padres reían, creo que había también algún tío por ahí aunque no lo recuerdo muy bien. Yo empecé a dar saltos de alegría, pero tarde un "ratito" en disfrutar de mi regalo, porque a "Santa" se le ocurrió dejar mi regalo entre las ramas del árbol y mis padres no lo podían bajar... claro, es que santa va volando y desde arriba era más fácil poner la "bici" y como no teníamos chimenea, pues eso...
Cuando por fin pude disfrutar de mi regalo en el enorme salón de casa dando vueltas y vueltas esperando a que mi padre me sacara a pasear para estrenar mi bicicleta, apareció mi tía (mi madrina), y quiso probarla. Le gustó tanto mi bici que al montarla le rompió una de esas rueditas que te ayudan a no caer. Así que tuve que aprender con la ayuda de una sola rueda...
Hoy aún me queda un poquito de esa fascinación por los regalos y las sorpresas, pero tengo un ser pequeñito que me lo recuerda. Mi hijo de casi dos años y que empieza a darse cuenta de esa emoción de despertar y encontrar una sorpresa. No recuerdo nada de lo que hice con dos años, lástima que no tenga un vídeo de entonces, es por eso que a mi hijo lo he grabado descubriendo su regalo de navidad y de reyes. Espero conseguir darle siempre más de lo que tuve y ayudar a grabar esos momentos de niño que a muchos se nos olvidan pero que son tan lindos, inocentes, llenos de fantasía, amor y alegría. Por el momento, lo voy consiguiendo.
Y tu, que recuerdo/regalo/sorpresa tienes muy presente de cuando eras pequeño?
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